Según la RAE en su vigésima tercera edición, correo en español, procede del el catalán correu, y este del francés antiguo corlieu, de corir, correr, y lieu, lugar. Tiene varias acepciones:
1. m. Servicio público que tiene por objeto el transporte de la correspondencia oficial y privada. Utilizado también en plural con el mismo significado que en singular.
2. m. Persona que tiene por oficio llevar y traer la correspondencia de un lugar a otro.
3. m. Persona que lleva un mensaje u otro envío.
4. m. Persona que lleva de un lugar a otro información, mercancías, objetos, etc., de manera clandestina. Un correo del narcotráfico.
5. m. Vapor, coche, tren, etc., que lleva correspondencia.
6. m. Conjunto de cartas o pliegos de cualquier clase que se despachan o reciben. Martín está leyendo el correo.
7. m. correo electrónico.
8. m. germ. Ladrón que va a dar aviso de algo.
9. m. pl. Edificio donde se recibe y entrega la correspondencia.
Por otro lado, fehaciente procede del castellano antiguo fefaciente, y este de fe y faciente, haciente).
1. adj. Que hace fe, fidedigno.
Así que los sistemas de correo electrónico que permiten dar fe del contenido, del intento de comunicación, del acceso al mensaje y del momento en el que se accede cumplen los requisitos de las normas cuando exigen sistemas de comunicación dehaciente.
Por ejemplo, en la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil (arts. 22, 30, 135, 152, 160, 162, 164, 265, 268, 660)
Si te ha gustado el artículo visita nuestro blog.